Era la última semana de agosto. Las vacaciones se acababan y decidimos aprovechar un paquete regalo que le habían hecho a mi chico por su cumpleaños. Esa ha sido la última escapadita que hemos hecho y mucho me temo que ocupará ese lugar durante un tiempo...
Como el regalo incluía una degustación en una bodega, decidimos irnos a la zona de la Ribera del Duero. Así que recalamos en Aranda de Duero: en un hotel donde, entre otras cosas, se podía pasear entre los viñedos y ver animalitos como éste. Lo pasamos muy bien, puesto que a pesar de que solo íbamos para una noche, nos dio tiempo a dar un paseo por el pueblo y por los alrededores.
Nuestra primera visista fue para La Yecla: un desfiladero que yo recordaba vagamente de una excursión con el colegio.
La siguiente parada fue, como no, en el monasterio de Santo Domingo de Silos. También lo había visto siendo pequeña, pero me deleité como si lo visitase por primera vez.
Y por último, un refresco en la plaza de Covarrubias, con unas papeleras muy originales!Y esta es la última entrada de viajes que hago por ahora: no tengo ninguna escapada pendiente de comentar, ni tampoco ningún viaje en perspectiva para los próximos meses. Snif!
Allí vivi un año cuando era niña, tengo buenos recuerdos de Aranda.
ResponderEliminarEn fin, a esperar que surgan otras oportunidades, a lo mejor hay suerte ¡quién sabe!
Besitos
!Qué bien poder recrear un recuerdo agradable de verano, ahora que se acerca ya Navidad!
ResponderEliminarParece un lugar tranquilo en el que recargar pilas.
Un abrazo.
Oye... ese desfiladero me ha impresionado.
ResponderEliminarElysa:
ResponderEliminarOjalá, haya oportunidades, jajaja!Abrazo!
Dona Invisible:
Pues sí; fíjate que lejano queda ya el verano...
Tracy:
La verdad es que no esperas que haya ese desfiladero allí. Lo mejor es que puedes recorrerlo y ver a los buitres desde abajo!
Burgos es un lugar al que tengo muchas ganas de ir, sobre todo al desfiladero, tiene una pinta estupenda
ResponderEliminarun beso!
De todos los sitios que haces mención,solamente he visitado Santo Domingo de Silos, pero ya hace mucho tiempo.
ResponderEliminarMe imagino lo que disrutaríais en la cata de vino. Yo a pesar de las ganas que he tenido, nunca llegué a celebrarlo.
Un abrazo.
Muy bonitas fotografías y preciosa visita. Ahora, en invierno, a descansar de viajes y a reponer fuerzas para el verano...
ResponderEliminarbEsicos.
Una zona preciosa, la conozco.
ResponderEliminarQué bien recordar viajes del verano...
Un beso!!
He pasada muchas veces por Aranda de Duero y nunca me he enterado de la existencia de ese cañón. Es que antes no iba documentado. También conozco Santo Domingo de silos y Covarrubias que me encantó. Un saludo
ResponderEliminarTatty:
ResponderEliminarSeguro que te gusta!! Y, en la capital, la Catedral es una maravilla!
Manrique:
Sí, la cata de vino fue muy instructiva; ese día sólo estábamos nosotros, así que imagínate!
Momentoparapensar:
ResponderEliminarLa verdad es que los viajes se aprovechan más en verano, pero los echo tanto de menos durante el invierno....
Laura Uve:
Siempre es bonito recordar viajes, verdad?
Felipe:
El cañón está entre Aranda de Duero y Santo Domingo de Silos. Seguro que en alguna de tus excursiones tienes ocasión de visitarlo.
...Y ahora voy conociendo a la Zamarat viajera...
ResponderEliminarBesos Lola
Bonito desfiladero, impresionante... la papelera. Beso
ResponderEliminarNiña, yo no sé vivir sin un viaje en perspectiva. Es lo que me hace seguir para adelante cada día. Por suerte, no me puedo quejar. Ahora ya pienso en el siguiente.
ResponderEliminarUn beso
No conozco Aranda de Duero pero me han entrado unas ganas al ver tus fotos ... A ver si lo programo para el año que viene.
ResponderEliminarbsos!