Hace ahora un año fui por primera vez a Lisboa. Llevaba mucho tiempo queriendo ir y aproveché el fin de semana de tres días (ese que tenemos los que nos dedicamos a la educación) para conocerla. el viaje en coche, desde Madrid, se hace bastante cómodo pues, a pesar de la distancia, hay una buena autovía.
Llegamos el viernes por la noche y, aunque en un primer momento me agobió el no saber dónde estaba el hotel y el encontrarnos con un tranvía cada dos por tres, supe que esa ciudad me había enganchado desde el principio.
Creo que para los pocos días que estuvimos conocimos bastantes cosas, aunque siempre queda algo en el tintero.
Si tuviera que quedarme con algo de lo que vi, sería muy muy muy difícil la elección, aunque las ruinas del convento do Carmo (creo recordar que se escribía así) me impactaron bastante.
Muchas veces me han venido a la cabeza imágenes y sensaciones de los lugares que he visitado. Y su recuerdo, en el tiempo, incluso me parece mucho más agradable que en el pasado. A Lisboa he vuelto, de esta forma, innumerables veces durante este año y siempre tengo la misma sensación de bienestar, tranquilidad y felicidad. espero poder volver, físicamente, dentro de poco.