Una novela negra de rabiosa actualidad. La historia comienza con un brutal asesinato, el de un banquero que aparece decapitado en el jardín de su casa. Pero ese no será el único.
El detective Jaritos será el encargado de descubrir toda una conspiración para acabar con algunos de los culpables de la crisis económica.
Y es ese aspecto, el de la crisis económica, el que nos invita a leer el libro adoptando una postura determinada. ¿Realmente deseamos que aparezca el culpable?
La novela está plagada de comentarios y reflexiones que hacen tanto el protagonista como el resto de los personajes que no tienen ningún desperdicio:
"Pero este sentimiento lo comparte toda Grecia: ha contraído un <> con el FMI y la Unión Europea. Por eso ahora nos recortan los sueldos y los incentivos y desbaratan nuestro sistema sanitario. El delincuente y el país entero están con el agua al cuello."
"Se dice que el sector público griego está en quiebra y que el sector privado debe hacerse cargo de todo. Es mentira, señor comisario. El sector privado está tan mal como el público."
No está mal, para los tiempos que corren, ¿no?