sábado, 30 de mayo de 2015

Demonios familiares, Ana Mª Matute

"Busqué el escondite secreto donde mi memoria guardaba los sucesos que no me habían herido".
"De pronto, las palabras se parecían a esas aves que, en pleno vuelo, quedan inmóviles, con las alas extendidas, como clavadas en el cielo".
Reconozco que cuando empecé esta novela no sabía que está inacabada; no había leído nada sobre ella, ni siquiera la sinopsis, y no se me pasó por la cabeza que la última novela de Ana María Matute hubiese quedado inconclusa. Quizá si lo hubiese sabido mi lectura habría sido diferente, pues hacia la mitad empecé a darme cuenta de que los conflictos que comenzaba a esbozar no podrían resolverse en tan pocas páginas y esa intranquilidad me acompañó el resto de la lectura.
La protagonista, Eva, es una joven que ha vivido en un hogar sin afecto bajo la sombra de su padre, el Coronel. Está a punto de cumplir diecinueve años cuando estalla la Guerra Civil (uno de los temas recurrentes de la autora: no en vano ella perteneció a la generación de "los niños de la guerra"), que divide al pueblo entre "los de la Bandera" y los otros. Eva ha estado siempre sobreprotegida, encerrada en su mundo acotado entre el desván y el bosque.
"Y entretanto, octubre se había adueñado del bosque, como único vencedor de aquella contienda. Desde el balcón de la sala se divisaban los mil colores del otoño, y al atardecer, sus zonas luminosas se coloreaban. Dentro de la copa de cada árbol, de cada hoja, se encendía una lámpara o una diminuta hoguera. Con la frente apoyada en el cristal, miraba los árboles, en la misma postura y con el mismo deseo de huir hacia ellos que sentía a los diez años."
Pero pronto empezará a descubrir secretos familiares y a abrirse a la complejidad de la vida, incluido el primer amor.
"El bosque parecía desamparado, porque el invierno no había entrado en él todavía. Y temblaba entre la duda, el temor y la soledad." 
No lo voy a negar: me ha defraudado no conocer el final de la historia, pues se corta justo en su momento álgido.Sin embargo, merece la pena solo por el maravilloso estilo, siempre tan íntimo, de esta escritora a la que ya echo de menos.
Por cierto: acabo de descubrir que Ángeles González-Sinde ha hecho una serie de cortometrajes recreando la historia de Eva. Si queréis verlo pasad por aquí.
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Reto 25 españoles: 9

lunes, 25 de mayo de 2015

Lágrimas en la lluvia, Rosa Montero

"Bruna despertó sobresaltada y recordó que iba a morir.
Pero no ahora."
Grata sorpresa. Sabía que no me decepcionaría, pero la verdad es que no me esperaba que la ambientación en un hipotético futuro me enganchase de esta manera. 
El título viene de una frase de la mítica película "Blade Runner" (esa que me ha recomendado una y otra vez mi chico y que no se sabe por qué no he visto aún):
"Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia"
Es el año 2109, en Madrid. La Tierra se ha convertido en un lugar donde conviven humanos que no soportan los signos de la vejez y se someten a operaciones de cirugía estética cueste lo que cueste; tecnohumanos que son conscientes de que su vida se limita a diez años; alienígenas que viven marginados...
Bruna Husky es una replicante, una "rep" de combate angustiada por la idea de su muerte: tiene contados los años, meses y días que le quedan. Trabaja como detective y en esta ocasión se enfrentará a un caso político en el que están implicados varios replicantes como ella: el de las "memas" adulteradas o, lo que es lo mismo, la nueva droga para los rep que les proporciona los recuerdos de una vida que nunca han tenido.
"Nada mejor que el odio frío para contrarrestar la quemadura  de la congoja".
La injusticia social, la sociedad de clases, el problema del medio-ambiente... Me han llamado la atención varios detalles, como la presencia de la osa polar replicante que tanta importancia adquiere en la novela; la falta de aire limpio o el ahorro del agua, que se ha convertido en un lujo y la ducha ha sido sustituida por el vapor. 
Está claro que no podemos cerrar las puertas a ningún género pues siempre es agradable dejarse sorprender por las lecturas que no son las habituales. Por cierto: la segunda parte, El peso del corazón, ya me está esperando en la estantería.   
"Pero sus poderosas palabras reflejaban maravillosamente la inconsistencia de la vida... De esa sutil y hermosa nimiedad que el tiempo deshacía sin dejar huella. Inclinaba la cabeza el rep de Blade Runner y moría, mientras la lluvia resbalaba por sus mejillas ocultando quizá sus últimas lágrimas".
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Reto 25 españoles: 8º
Reading challenge: un libro ambientado en el futuro

domingo, 17 de mayo de 2015

¡Al cine!

No sé cuándo fue la primera vez que mis padres me llevaron al cine; no lo recuerdo, pero desde luego no fue justo a punto de cumplir los 28 meses sino mucho más tarde. Las cosas han cambiado desde entonces y cada vez hay más ofertas para los más pequeños. 
El otro día llevamos al pequeñajo a su primera película en gran pantalla: 
 Un capítulo de "Piti" (Mickey Mouse), "Piscilla" (Princesa Sofía) y "Petetes" (Doctora juguetes) -me parto con esa lengua de trapo que tiene. Como eran personajes conocidos, el niño se lo pasó en grande comiendo sus gusanitos y gritando emocionado cada vez que reconocía a algunos de sus dibujos preferidos. 
A mí, debo reconocerlo, se me saltaban las lágrimas. Soy demasiado blandita, lo sé, pero no puedo evitar emocionarme cuando compruebo lo rápido que está creciendo. Me gusta ver cómo va ganando en independencia aunque por otro lado siento añoranza de esa etapa de bebé que estamos perdiendo...
Volviendo al tema del cine, me gustó comprobar que ya es capaz de concentrarse durante ese tiempo porque así podremos hacer más actividades de este tipo. 
Una nueva era cinematográfica ha comenzado: la de las películas infantiles.  

domingo, 3 de mayo de 2015

Sin destino, Imre Kertész

"Así me di cuenta de que en Auschwitz uno puede aburrirse, en el supuesto de ser uno de los privilegiados que se lo puedan permitir. Esperábamos, siempre esperábamos -si lo pienso bien- que no ocurriera nada. Ese aburrimiento y esa espera son las impresiones que mejor definen, al menos para mí, la situación en Auschwitz".
Es indudable que la barbarie nazi y los horrores de los campos de concentración han dado lugar a mucha literatura y, por supuesto, a mucho cine. Se trata, desde luego, de un tema recurrente que, sin embargo, no parece agotado ni mucho menos. El niño con el pijama de rayasLa bibliotecaria de Auschwitz, el autobiográfico Viviré con su nombre, morirá con el mío de Jorge Semprún...
También el autor de Sin destino, Imre Kertész, vivió esa horrible situación, en este caso cuando era adolescente. Y su libro narra, precisamente, la historia de un joven que es llevado primero a Auschwitz y después a  Buchenwald. 
El relato es en primera persona pero no se trata de la voz del autor sino de un personaje inventado por el propio Kertész. Lo que más llama la atención es el tono: sin emoción, como si fuese una sucesión de acontecimientos en los que él participa pero ante los que parece que no siente nada. 
El día a día del campo de concentración, el minuto a minuto; la sucesión de acciones que permiten seguir viviendo... Me ha resultado una forma diferente de acercarme a este tema y por eso creo que es muy recomendable. 
"Aquella visión y aquel olor me provocaron un sentimiento en el pecho entumecido que fue creciendo el oleadas y consiguió llenarme los ojos -completamente secos- de lágrimas. No servían ni la reflexión, ni la lógica ni la deliberación, no servía la fría razón. En mi interior identifiqué un ligero deseo que acepté con vergüenza -porque aun siendo absurdo, era muy persistente-, el deseo de seguir viviendo, por otro ratito más, en este campo de concentración tan hermoso".
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Reading challenge: un libro basado en una historia real