"Cuando uno acaba de tener un hijo, sabe que algún día morirá"
La novela de una autora islandesa de nombre casi impronunciable que nos presenta a un joven que acaba de perder a su madre e inicia un viaje hacia su autoconocimiento. Para ello, sale de su país y marcha a un lejano monasterio que fue famoso en otro tiempo por su espectacular rosaleda. En su equipaje lleva un raro ejemplar de rosa cultivado, contra todo pronóstico en esas frías tierras, por su madre. Atrás quedan su padre, su hermano autista y su bebé: una niña inesperada fruto de la aventura de una noche.
Sus dudas, sus pensamientos, que van cambiando conforme pasan los días y se acerca a la madurez, son los verdaderos protagonistas de la novela.
"Me he convertido en jardinero de los monjes y preveo que tendré trabajo de sobra para los próximos dos o tres meses, y hasta entonces no habrá necesidad de darles más vueltas a mis planes de futuro ni a lo que haré después, si volveré a casa o me quedaré más tiempo aquí. Pero me parece bastante probable que dentro de dos o tres meses no haya conseguido llegar a ninguna conclusión sobre mi vida. Me siento bien en el jardín, es agradable gozar la soledad entre los macizos de flores para reconocer los propios deseos y las propias aspiraciones..."