domingo, 24 de julio de 2011

Viaje e indignación

Estaré unos días fuera: mañana me voy al pueblo y de ahí a Espinho, cerca de Oporto. Serán unos días de desconexión informática o retiro digital; algo que ahora llaman "de-teching", según leí el otro día. Es algo así como una desintoxicación de las tecnologías.



Pero antes de eso, entre maleta y maleta, me voy a pasar esta tarde por la manifestación "indignada" que está prevista en Madrid. Por varios motivos no fui a Sol en los días posteriores al 15 M y me siento mal por ello, así que aprovecharé la oportunidad hoy. Si me da tiempo esta noche, tal vez pueda contar qué tal ha ido.

miércoles, 20 de julio de 2011

Ahora sí

Ultimos retoques en la casa, ¿qué falta? Adecentar mi pequeño jardín (es decir, las macetas) Algunas han venido desde la casa anterior y, afortunadamente, ya se han recuperado del trauma del cambio:
[El macetero lo compré el año pasado en Baños de Montemayor (Cáceres). Aún no lo había estrenado. La planta es una begoña que tengo hace dos años. Se ha acostumbrado rápidamente a la nueva situación. ]


Otras son nuevas. Estreno terraza y la ocasión lo merecía:

[Petunias]


[Aromáticas: lavanda y albahaca. Sí, ésta última tiene falta de agua. Lo subsanaré ahora mismo]


[Crasas]
Al resto les toca otro día.
Ahora sí, esto ya parece un hogar, mi hogar.

sábado, 16 de julio de 2011

La casa del mirador ciego, Herbjorg Wassmo


Éste es uno de los libros que compré en la Feria del Libro de este año. Literatura noruega: una gran desconocida para mí. Es el primero de la llamada "Trilogía de Tora". Tras leerlo, creo que me animaré con los siguientes.

Tora es una niña que vive en un aislado pueblo pesquero de Noruega con su madre, Ingrid, y su padrastro, Henrik. Su madre sostiene a toda la familia trabajando por la noche, por lo que no se da cuenta de los abusos que sufre su hija por parte de Henrik. Ese aspecto es uno de los temas principales de la novela, pero también lo son las historias de los vecinos y, sobre todo, el mundo interior de Tora. Es una novela, ante todo, femenina: Tora, Ingrid y su hermana, Raquel, configuran toda una tipología de maneras de actuar ante los diferentes obstáculos que les pone el destino.

En cuanto al estilo, debo decir que es bastante poético y eso precisamente es una de las cosas que más me ha gustado:

"Sin vida y eterna, la fría niebla se extendía hasta el mismísimo abismo del mar, que se abría por detrás de los muelles de Dahl. [...] Como advertencia y recordatorio del origen de todo lo bueno, un haz dorado asomó de pronto por un desgarro en la capa de nubes. El sol. Teñía de oro las ramas de los abedules que flanqueaban el paseo que conducía a la granja del comisario rural."

Es una novela dura porque la vida de sus personajes es difícil, empezando por el propio clima, y por eso en algunos fragmentos me ha resultado angustiosa. Sin embargo, siempre hay un pequeño espacio para la esperanza y de eso se encargará la pequeña Tora.

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Desafío 50 libros: 32º

martes, 12 de julio de 2011

Insomnio - Midnight in Paris


Ya pasan las cinco de la mañana y esta es la hora en que aún no me he dormido. Sé que sentarme delante del ordenador no ayuda, pero me he cansado de dar vueltas y desaprovechar el tiempo. Creo que la culpa ha sido del café. Alguien debería recordarme que tomar un café bombón después de cenar, por muy rico que esté, es perjudicial para mi estado nervioso. Ahora ya es tarde...

El café ha sido el broche a una tarde estupenda; tal vez por eso me he envalentonado y no he tenido en cuenta las consecuencias. Cine, paseo por Madrid y cena en aquel restaurante que nos trae tantos recuerdos. ¿Cómo resistirme?



He ido a ver Midnight in Paris y he salido bastante contenta, no sólo por la película, que es bastante ingeniosa y entretenida, sino por las maravillosas vistas de Paris. ¡Ay!, ¡qué ganas de volver!

Dos consideraciones sobre la película:

a) Owen Wilson, el protagonista, es una buena copia de Woody Allen, ¿no? Esos andares por el Sena, con las manos en los bolsillos... Por cierto, ¿cuántas tallas de más lleva en los zapatos?

b) ¿Realmente el ser humano es como se refleja en la película? ¿Somos incapaces de ser felices en nuestro presente aferrados a la idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor?

Voy a probar a dormir, a ver si hay suerte...

sábado, 9 de julio de 2011

Viviré con su nombre, morirá con el mío, Jorge Semprún

Hace un mes falleció Jorge Semprún: escritor, político, exiliado, testigo de las atrocidades del siglo XX... Todas esas palabras pueden definirlo, pero yo me quedo con una: superviviente. Y es que en su juventud vivió el horror de un campo de concentración, el de Buchenwald, para más señas.

Hasta hace un mes no había leído nada de él. Por eso, cuando en la biblioteca me encontré sus libros expuestos no dudé en elegir uno. Viviré con su nombre, morirá con el mío se basa, como la mayoría de su producción literaria, en un episodio de su vida: ante la posibilidad de que sea ejecutado, sus compañeros deciden hacerle pasar por un joven moribundo de edad parecida a él. Por eso pasa una noche en la enfermería, junto a ese joven al que el destino parece haberle unido ya desde su entrada en el campo de concentración. Esta anécdota le sirve a Semprún para describir lo vivido así como dar rienda suelta a sus reflexiones. Es un relato estremecedor y necesario.

"La mayoría de los muertos de los campos de concentración [..] murieron de extenuación, de imposibilidad súbita de superar una creciente fatiga de vivir, muertos de abatimento a causa de la lenta destrucción de todas sus reservas de energía y de esperanza".

"Por la mirada uno se da cuenta del cambio súbito, del abandono, cuando el sufrimiento llega a un punto del que ya no hay regreso".
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Desafio de colores: negro
Desafio 50 libros: 30º

lunes, 4 de julio de 2011

Un cuento chino

Formas de pasar un tarde agradable: ver una película de Ricardo Darín y que además sea divertida. Pues dicho y hecho: eso fue lo que hice el viernes.
Ricardo Darín es un solitario y maniático bonaerense que trabaja en una ferretería. Para hacernos una idea de su meticulosidad, cabe decir que en su primera escena aparece contando tornillos para comprobar que no hay todos los que indica la caja.

Está claro lo que le pasará, ¿no? Pues sí, predecible: algo va a romper su rutina diaria y éste va a ser un chino recién llegado a la capital en busca del único pariente que tiene. No conoce el idioma, está perdido y al protagonista no le queda más remedio que acogerlo en su casa. Es entonces cuando las situaciones cómicas se suceden. Y es que a pesar de las diferencias que ambos parecen tener, algo les une: el resultado que ha tenido en su vida la casualidad. ¿Quién no ha leído alguna vez una noticia que, de tan inverosímil, parece una historia inventada?

viernes, 1 de julio de 2011

Cosas que hacer este verano




Primer día de vacaciones. No suena el despertador pero me despierto a las ocho, lo miro y, sonriente, me doy la vuelta. ¡Hoy puedo dormir lo que quiera! Las nueve. No hay forma, imposible dormir. Empiezo a pensar en todo lo que tengo que hacer y que he estado relegando hasta este momento, así que me levanto, desayuno, pongo la lavadora... Me vuelvo a acostar y en ese momento, cuando noto que vuelvo a quedarme dormida, llega la felicidad plena. Vacaciones, ¡sí!, ¡por fin!

Me gusta hacer listas, aunque rara vez las cumpla, y por eso voy a inaugurar las vacaciones 2011 con una de ellas:

Cosas que hacer este verano

1. Descansar, ante todo. Y con eso me refiero no solo al descanso físico, sino también a perder de vista los miedos y angustias que me atormentan de un tiempo a esta parte. Es la parte más complicada, porque va en mi carácter, pero haré el esfuerzo.

2. Terminar de decorar mi nueva casa. Aquí también va incluido colocar de una vez por todas las últimas cosas de la mudanza.

3. Adelgazar. Me ahorraré más comentarios.

4. Ir al cine. Hace meses que no lo piso. Es más, puede que esto lo solucione esta misma noche.

5. Leer algunos de los libros que ya tengo convenientemente apartados para la ocasión. Como suelo ser voluble, a lo largo de las vacaciones iré descartando o añadiendo libros diferentes...

6. Viajar. Este año, con la hipoteca, la cosa está más complicada, pero espero poder escaparme algún día.

7. Disfrutar las vacaciones, ¡que para eso están!