[Seix Barral; 2009; 320 páginas]
La sinopsis de la contraportada vendeesta novela de una forma que me llamó la atención:
"Tras las puertas de cristal del centro comercial Green Oaks, en Birmingham, se esconden los
anhelos de cientos de personas. Una noche, un guardia capta a través de las cámaras la imagen de Kate Meaney, una niña solitaria y perspicaz desaparecida hace 20 años. Kate solía deambular por el centro mientras jugaba a ser detective e imaginaba los oscuros secretos de clientes y trabajadores, con la única compañía de su mono de peluche Mickey".
anhelos de cientos de personas. Una noche, un guardia capta a través de las cámaras la imagen de Kate Meaney, una niña solitaria y perspicaz desaparecida hace 20 años. Kate solía deambular por el centro mientras jugaba a ser detective e imaginaba los oscuros secretos de clientes y trabajadores, con la única compañía de su mono de peluche Mickey".
Pero en realidad, una vez leído el libro, ese misterio de la niña desaparecida que aparece ante las cámaras de seguridad es lo que menos importa. Eso es sólo un pretexto para criticar el daño que hacen los grandes centros comerciales a nuestra sociedad. Y es que la historia transcurre en Birmingham, pero podría ser cualquier ciudad actual.
Así, el gran protagonista es el centro comercial, Green Oaks, y a su alrededor giran el resto de los personajes: los trabajadores y su vida gris; los clientes, que acuden allí el fin de semana porque no se les ocurre otra cosa que hacer y los adolescentes, que lo utilizan como lugar de citas. Y lo más importante: todos los personajes están solos.
La llegada del centro comercial y su fuerte influjo supone la degradación de las tiendas pequeñas y, con ellas, la del barrio entero, que se convierte en un lugar marginal, donde abundan los robos y la drogadicción.
Me ha gustado, aunque deja una sensación rara: tristeza, supongo.
Mi lista en espera de ser leidos es interminable pero la sigo aumentando.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tu comentario. Si dices que deja un poco de tristeza, lo voy a anotar pero no llevo prisa por leerlo... Los que me leí el fin de semana pasado sin un momento de pausa son los que recomendaste "Contra el viento del norte" y "Cada siete olas..." lectura relajada y amena...
ResponderEliminarBesicos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe gusta lo que nos dices del libro. Ciertamente el supermercado es un símbolo del vacío y el consumismo de esta sociedad. Me lo apunto!
ResponderEliminarUn abrazo.
Los grandes centros comerciales me horripilan.
ResponderEliminar¡Qué ineresante! También lo apunto a la fila, que no es larga es monstruosa :(
ResponderEliminarOdio los centros comerciales, me dan dentera, esa reproducción de una ciudad artificial, con sus calles y avenidas, arbolitos raquíticos y polvorientos... Grrr... y ese deambular de gente aburrida. Es raro que vaya a alguno. El argumento de la novela parece muy acertado y no puede ser sino triste.
Un abrazo!!
Tus coementarios sobre libros son muy interesantes y este no lo es menos. Tomo nota.
ResponderEliminarUn abrazo
Tomo nota porque el tema es interesante. Saludos
ResponderEliminarSi, estoy contigo, me dejó un regusto algo amargo cuando lo leí. ¿Perdida de esa inocencia que tuvimos?...o algo así. Beso
ResponderEliminaruf, lo leí el año pasado, pero me pareció muy triste y me dejó un poco plof.
ResponderEliminarNo me gustan nada los centros comerciales, si puedo los evito. Interesante tu comentario del libro.
ResponderEliminarBesos
No conocía el libro; es la primera reseña que leo de él y, sin duda, me lo anoto en la lista. Me parece una lectura muy interesante...
ResponderEliminarBesos,
Me encanta el argumento, la portada del libro y tu reseña.
ResponderEliminarUn besazo
Paso a leerte,porque me gustan tus acertados comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo vi recientemente en otro blog y lo apunté en mi lista. Ya encontraré tiempo para leerlo ...
ResponderEliminarChelo:
ResponderEliminarA mí me pasa lo mismo, pero siempre es interesante tener libros en la recámara, ¿verdad?
Momentoparapensar:
Me alegro de que te gustasen los libros de Glattauer. Como tú dices, se leen sin pausa.
Dona invisible:
Desafortunadamente cada vez tendemos más a crear centros comerciales, tan impersonales y fríos.
Tracy:
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo.
Laura Uve:
Hay toda una generación detrás de nosotros que no sabría vivir sin los centros comerciales... Triste, ¿no?
Antorelo:
Gracias por tus palabras!
Felipe Tajafuerte:
ResponderEliminarLo bueno de este tema es que puedes pensar en la ciudad que tu quieras... Desgraciadamente no hay núcleo urbano que escape de la maldición del comercio generalizado...
Tere-Incisos:
Me alegro de coincidir contigo en la sensación de tristeza que nos produjo. Y sí, tal vez sea por esa inocencia perdida...
Ladytacones:
Desde luego, no es una libro para leer en momentos de bajón... Genial eso de que te deja !plof!"
Elysa:
ResponderEliminarA veces es tan complicado evitarlos!!
Carmen:
Gracias por tu visita y por tu comentario!
Dorothy:
A mí también me gustó mucho la portada; es original, ¿verdad?
Manrique:
ResponderEliminarGracias por tus palabras y por tu visita.
Rosalía:
Gracias por tu visita y por tu comentario. Cuando lo leas, ya me contarás qué te parece!