Me aburre toda esta historia que se monta cada vez que hay un Barça-Madrid. Tanto, tantísimo, que cuando llega el día señalado no me apetece nada ver el partido. ¿Realmente merece la pena perder esos 90 minutos, más los días (o semanas) previos y posteriores? Tengo la sensación de que cualquier partido es más interesante que "el clásico". Y no es porque sea del Barça y viva en Madrid, sino por esta ceremonia mediática que lo único que hace es caldear los ánimos en uno y otro bando dejando de lado lo más importante: el placer de disfrutar con el fútbol simplemente por eso, porque es fútbol.
Este verano leí el libro de Eduardo Galeano, El fútbol a sol y sombra. Es una reflexión sobre la industria del fútbol, además de un recorrido por la historia de este deporte. Aquí os dejo un fragmento, por si os interesa leerlo:
EL HINCHA
Una vez por semana, el hincha huye de su casa y acude al estadio. Flamean las banderas, suenan las matracas, los cohetes, los tambores, llueven las serpentinas y el papel picado: la ciudad desaparece, la rutina se olvida, sólo existe el templo. En este espacio sagrado, la única religión que no tiene ateos exhibe a sus divinidades. Aunque el hincha puede contemplar el milagro, más cómodamente, en la pantalla de la tele, prefiere emprender la peregrinación hacia este lugar donde puede ver en carne y hueso a sus ángeles batiéndose a duelo contra los demonios de turno.
Aquí, el hincha agita el pañuelo, traga saliva, Glup, traga veneno, se come la gorra, susurra plegarias, maldiciones y de pronto se rompe la garganta en una ovación y salta como pulga abrazando al desconocido que grita el gol a su lado. Mientras dura la misa pagana, el hincha es muchos. Con miles de devotos comparte la certeza de que somos los mejores, todos los árbitros están vendidos, todos los rivales son tramposos.
Rara vez el hincha dice: “Hoy juega mi club”. Más bien dice: “Hoy jugamos nosotros”. Bien sabe este jugador número doce que es él quien sopla los vientos de fervor que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben los otros once jugadores que jugar sin hinchada es como bailar sin música.
Cuando el partido concluye, el hincha, que no se ha movido de la tribuna, celebra su victoria, qué goleada les hicimos, qué paliza les dimos, o llora su derrota, otra vez nos estafaron, juez ladrón. Y entonces el sol se va y el hincha se va. Caen las sombras sobre el estadio que se vacía. En las gradas de cemento arden, aquí y allá, algunas hogueras de fuego fugaz, mientras se van apagando las luces y las voces. Es estadio se queda solo y también el hincha regresa a su soledad, yo que ha sido nosotros: el hincha se aleja, se dispersa, se pierde, y el domingo es melancólico como un miércoles de ceniza después de la muerte del carnaval.
La verdad es que razón no te falta...
ResponderEliminarY yo, como madridista que soy, me incluyo en ese grupo de "ignorantes" que pierden semanas y semanas diariamente leyendo la prensa deportiva y "preparando" el partido a mi manera... para que luego, cuando voy a casa de mis padres a verlo, se "pase" en dos horas...e igual, en muchjísimas ocasiones, no hay ni buen partido...
Por otro lado... en este país las cosas funcionan unm poco así eh... le damos más importancia a cosas superficiales que a las realmente importantes... seguimos siendo un poco "fachada" de cara a Europa, la verdad... sin ninguna connotación política eh, que conste...
Un abrazo, pasa un buen Domingo...
Totalmente de acuerdo contigo, pasa igual con el cine, muchas veces las películas que no van precedidas de revuelo, suelen ser las mejores.
ResponderEliminarMe ha sorprendido que entre tus lecturas favoritas esté "Rayuela", yo también la tengo entre ellas y también "Nada" de Laforet.
Te voy a seguir porque creo que estamos en la misma onda.
Un placer.
Hola Zamarat. Entiendo lo que dices, pero debo suponer que tus palabras son de una persona que gusta o no del fútbol? Sin embargo, muchas de las cosas que dices son ciertas, aunque no dejas de poner humor dices muchas cosas serias.
ResponderEliminarA veces tanta, como se debe vivir en tu país, previa y tanto alboroto suele causar cansancio.
Hasta pronto, que estés bien.
La verdad es que ni soy futbolera ni vivo entre futboleros, menos mal, que con fatalmente mal que va "nuestro" equipo...jajaja...
ResponderEliminarPor eso me cuesta tanto entender y a veces, me llega a molestar, tanto interés por un partido, no sólo por parte de los aficionados, sino de todos los medios de comunicación.
Yo ahora no soy "futbolero". Hace años que perdí la afición entre otras razones porque ya no lo considero un deporte sino un espectáculo mercantilizado.Como espectáculo prefiero otros menos agresivos.
ResponderEliminarZamarat, buenos dias y muchas gracias por tus palabras, a mi el futbol me da igual pero tampoco me es indiferente por otros motivos, comparto tus letras y gracias por las palabras de Galeano. Un abrazo
ResponderEliminarHay cosa en la vida que tienen difícil arraglo. Los clásicos, sobre todo Madrid-Barsa poseen mucho morbo y, disfrutan a rabiar los periodistas.Pero esto ya viene de muy lejos ja ja
ResponderEliminarSaludos !!!
Willy:
ResponderEliminarLo peor son las tonterías que pueden llegar a decirse. En fin... resignación!
Tracy:
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog! Nos leemos!
César:
ResponderEliminarEl fútbol, como tal, sí que me gusta.De hecho, jugué durante cuatro años en un equpo de fútbol sala. Lo que no me gusta es todo el negocio que se monta alrededor de él.
Momentoparapensar:
ResponderEliminarMi chico es capaz de ver un partido detrás de otro sin cansarse... No te imaginas lo largo que se puede llegar a hacer un partido cuando no te paetece verlo... Tienes suerte de no estar rodeada de futboleros!
Felipe Tajafuerte:
ResponderEliminarExactamente. Ese es el principal problema del fútbol, el mercantilismo.
Mónica:
ResponderEliminarGracias por tu comentario! Galeano es un autor al que descubrí hace poco y me encantan sus reflexiones.
Manrique:
ResponderEliminarSí, me imagino que todo este revuelo ante partidos de este tipo no es nada nuevo. Habrá que aguantar el chaparrón!
Zamarat... muy buenas jejejeje... escucha... a qué te refieres exactamente con qué metiste la pata? No entiendo muy bien el comentario... es que como comento el finde, como q no me acuerdo exactamente de lo que sucedió eh... a ver si me explicas pues porfi. Un abrazo!
ResponderEliminarHola!, En mi blog estoy organizando un concurso en el que puedes ganar "Hermosa oscuridad" de kami garcía y margaret stohl, pásate por si te interesa ;)
ResponderEliminarBesos de letras con Tinta.
Ja,ja,jajjjj he leído tu post y los comentarios y solo puedo decirte que: NO ME GUSTA EL FÚTBOL, en mi casa da igual qué equipo juega porque nunca lo vemos, debemos ser un poco "raritos" dada la cantidad de gente aficionada a este deporte, que más que deporte yo lo llamaría fenómeno sociológico.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, ya sabes que soy muy dejada para actualizar, pero lo importante es que no lo abandono. Besos :)
Ya queda menos para el clásico... jejejeje, es bromi... espero q estés bien, un abrazo y pasa buena semanita!
ResponderEliminarEstoy contigo completamente... Aunque sólo discrepo en una cosa... no me gusta el futbol ni por placer. No me gusta
ResponderEliminarA mi lo que me gusta es ver a mi marido, sus amigos, incluso mi padre chillarle al aparato televisivo. Chillándole al árbitro, al jugador... me parto de la risa, esque lo veo tan .... ¿infantil? jejejjje
un beso