El domingo, como era jornada de puertas abiertas, intenté entrar el el Congreso. La única vez que he entrado fue hace unos 15 años (visita obligada de colegio, supongo) y tenía ganas de volver a entrar y, sobre todo, de acompañar a los que no lo habían visto nunca. No lo conseguí. La cola no se acababa nunca y el día, lluvioso y frío, tampoco acompañaba, así que nos dimos por vencidos. Por lo menos nos fuimos a casa con unas fotos del exterior, algo es algo.
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Me encanta la arquitectura, una pena que no lo hayais podido ver. Un saludito, tampoco conocía tu blog, te seguiré leyendo. Te añado en blogs de amigos.
ResponderEliminarPor la tele observé que había mucha
ResponderEliminargente.Pienso que deberían haber puesto màs dìas para visitarlo.