El otro día, aprovechando el buen tiempo, nos fuimos con el niño al centro de Madrid. Le encanta todo lo que tiene ruedas así que, como podéis imaginar, el trayecto en Renfe le entusiasmó. Sin embargo, al llegar a nuestro destino, le esperaba una sorpresa mayor: la estación de Atocha con todos sus trenes y sus vías... Supongo que no se imaginaba que podía haber tantos juntos. Después, llegó el momento de las tortugas en el jardín tropical. Se volvió loco. ¡Había tantas a las que observar!
El paseo posterior por la calle Delicias estuvo lleno de asombro por todo lo que veía hasta llegar al Museo del Ferrocarril, donde se lo pasó en grande subiéndose en las locomotoras y vagones. Nunca habíamos ido y resultó ser una buena forma de pasar la mañana por un precio razonable, pues al ser domingo la entrada nos costó 2'50 euros. Es pequeño, pero no cabe duda de que tiene un encanto especial.
En conclusión, pese a ser improvisada, la excursión ha resultado todo un éxito y entrará a formar parte de los días para el recuerdo.
No cabe duda que lo pasasteis de maravilla. A su corta edad las nuevas imagines se le quedan bien grabadas, y la emoción de vuestro hijo, se transmite con gran alegría y os hace felices.
ResponderEliminarQue disfrutéis de él.
Abrazos
l
La verdad es que, solo con verle disfrutar, ya merece la pena cualquier lugar donde le llevemos.
EliminarAbrazo!
Me encanta el jardín tropical de Atocha! Espero que el peque disfrutara.
ResponderEliminarMe parece que fui al Museo del Ferrocarril con el colegio, una buena visita.
Un abrazo!
El peque lo disfrutó al máximo, desde luego.
EliminarMe imagino que el museo será una visita frecuente de los colegios porque es muy entretenido para los niños.
Abrazo!
Esos días de descubrimientos especiales siempre son hermosos. Una alegría ver disfrutar a nuestros hijos con cosas que nosotras ya hemos visto pero que renovamos al verlos felices.
ResponderEliminarAbrazos!!
Son, desde luego, unos días muy especiales e inolvidables.
EliminarAbrazo!