¿Que pasaría si descubriésemos que nuestro hijo ha hecho algo horrible, imperdonable? ¿Es posible predecir nuestra reacción? Esa es la cuestión principal (sin entrar en más detalles) que aborda la novela.
Toda se desarrolla durante una noche, en concreto durante una cena, por lo que los capítulos se dividen en los diferentes momentos de esa cena: "Aperitivo", "Postres"... Partimos, por tanto, de un planteamiento diferente, original.
A partir de ahí, sabremos los hechos que han llevado a esa situación, así como las rencillas entre los diferentes personajes, todo visto desde la perspectiva de uno de ellos, Paul. Lo que parece en las primeras impresiones, no es tal cuando acabamos de leer la novela.
Una de las cosas que más me han gustado ha sido la crítica a los restaurantes sofisticados de moda: el hecho de que el protagonista se enerve cuando el maitre arquea el meñique para explicar de qué se compone cada plato que sirve es, simplemente, genial.

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Desafío 50 libros: 13º