"¿Somos acaso civilizaciones tan carcomidas por el vacío que sólo vivimos en la angustia de la carencia? ¿Sólo disfrutamos de nuestros bienes o de nuestros sentidos cuando estamos seguros de que disfrutaremos más aún?"
Normalmente me sucede al revés: veo la película después de haber leído el libro. Sin embargo, esta vez ha sido lo contrario. Me esperaba desde hacía algún tiempo en la estantería y, ya que mi e-book sufrió un accidente (me temo que tras la caída ha quedado inservible), decidí que había llegado su momento.
"La elegancia del erizo" es una historia peculiar ya desde la manera de ser contada: hay dos narradoras que distinguimos claramente porque el tipo de letra utilizado es diferente en cada una de ellas. Por un lado está Renée, la portera de un edificio habitado por familias adineradas y por otro está Paloma, una niña de 12 años y de altas capacidades que vive en uno de los pisos y que tiene planeado suicidarse.
Ambas tienen su particular visión de la vida y destaca el hecho de que Renée intente disimular a toda costa sus conocimientos e intereses culturales porque, según ella, por su clase y profesión no debería tenerlos. Su afán por ocultarlos y su relación con el nuevo vecino, Kakuro, ha sido una de las cosas que más me han gustado.
¿Algo negativo? Las reflexiones filosóficas de la niña, sobre todo las del principio, me han resultado demasiado pesadas, aunque tal vez se debe a que no me han pillado en buen momento. En cualquier caso, es un libro original que merece la pena leer: una historia sobre la amistad entre personas aparentemente opuestas.
"Porque lo bello es lo que se coge en el momento en que ocurre. Es la configuración efímera de las cosas en el momento en que uno ve al mismo tiempo la belleza y la muerte. [...]Quizá estar vivo sea esto: perseguir instantes que mueren".
--------------"La elegancia del erizo" es una historia peculiar ya desde la manera de ser contada: hay dos narradoras que distinguimos claramente porque el tipo de letra utilizado es diferente en cada una de ellas. Por un lado está Renée, la portera de un edificio habitado por familias adineradas y por otro está Paloma, una niña de 12 años y de altas capacidades que vive en uno de los pisos y que tiene planeado suicidarse.
Ambas tienen su particular visión de la vida y destaca el hecho de que Renée intente disimular a toda costa sus conocimientos e intereses culturales porque, según ella, por su clase y profesión no debería tenerlos. Su afán por ocultarlos y su relación con el nuevo vecino, Kakuro, ha sido una de las cosas que más me han gustado.
¿Algo negativo? Las reflexiones filosóficas de la niña, sobre todo las del principio, me han resultado demasiado pesadas, aunque tal vez se debe a que no me han pillado en buen momento. En cualquier caso, es un libro original que merece la pena leer: una historia sobre la amistad entre personas aparentemente opuestas.
"Porque lo bello es lo que se coge en el momento en que ocurre. Es la configuración efímera de las cosas en el momento en que uno ve al mismo tiempo la belleza y la muerte. [...]Quizá estar vivo sea esto: perseguir instantes que mueren".
Reto Sumando 2013: 19 caracteres (235/2013)
Reto En Femenino: 6º