Lecturas estivales

He de reconocer que esto del embarazo me está ayudando a leer mucho: la espalda y los riñones sólo me descansan tumbada y como la televisión me aburre una barbaridad... ¡Me estoy poniendo las botas con la lectura! Supongo que así cogeré reservas para cuando nazca el/la chiquitín/a, que me absorberá todo el tiempo.

Así que, como se me han acumulado varios libros sin comentar, los haré todos juntos. 

Jordi Sierra i Fabra: Cuatro días de enero, 2008

El inspector de policía Miquel Mascarell se enfrenta a una caso en los días anteriores a la entrada de las tropas franquistas en Barcelona. Es, por tanto, una historia anterior a la que ocurría en Siete días de julio y que yo he leído desordenadas, por lo que se ve... En ella sabemos cómo se conocieron el inspector y Patro Quintana y el caso que los unió. Al parecer hay una tercera parte, Cinco días de octubre, pero me esperaré un poco para leerlo. El primero que leí me gustó mucho y éste me ha decepcionado un poco, así que le daré un tiempo. 

Desafío 25 españoles: 12º

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Lorenzo Mediano: Donde duermen las aguas, 2006

Ya en La escarcha sobre los hombros descubrí a este autor zaragozano y la lectura de este libro ha sido la ratificación de que es un escritor estupendo. Esta novela vuelve a ambientarse en el Pirineo aragonés, en concreto en un pueblecito al que ni siquiera llega una carretera, Biescas de Obago, cuyo nombre es ficticio pero que representa la vida en la zona (no debemos olvidar que el autor ha trabajado como médico en la zona durante muchos años). Allí debe incorporarse, por error, una maestra novata que descubrirá poco a poco el singular carácter de los lugareños y aprenderá a valorar la naturaleza que la rodea. Conocerá el amor, pero también toda una historia de traiciones entre pueblos vecinos. 

Me ha encantado, tanto por la manera que tiene de relatar la historia como por la trama en sí. Y, además, en los diálogos incluye transcripciones de la forma de hablar del lugar que lo hacen muy original.

Desafío 25 españoles:13º

Desafío Libros de Colores: amarillo

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Jonas Jonasson: El abuelo que saltó por la ventana y se largó. 2012

¿Quién iba a imaginar que el mismo día de cumplir 100 años Allan Karlsson se escaparía de la residencia de ancianos por la ventana? Inicia así toda una aventura que le llevará incluso a enfrentarse con una banda de delincuentes y en la que conocerá a una serie de personajes cada cual más surrealista que lo acompañarán en su peripecia. Intercalada con esta historia, conoceremos todo el siglo vivido por el protagonista no exento de curiosidades: su extraña amistad con Franco y Truman, su decisivo papel en la construcción de la bomba atómica, su peregrinaje por la china de Mao... En definitiva, todo un viaje por la historia del siglo XX de la mano de un protagonista muy especial, que nos hace sonreír en cada párrafo. 

Se trata de una novela tremendamente original y llena de anécdotas tan descabelladas como divertidas. Un gran acierto.  

Desafío Libros de Colores: Rosa

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Jill Smolinski: Lo siguiente en mi lista. 2011

Y para terminar, una novela romántica que me prestó mi madre para los días de playa. La casualidad hace que Marissa vaya sin cinturón en el coche de June Parker, la protagonista, cuando ésta tiene un accidente.  Tras su muerte, June encuentra una lista que había escrito Marissa sobre las coses que quería hacer antes de cumplir los 25 y decide quedársela. La culpabilidad la hará cumplir esos deseos uno a uno, con la presión de la inminente fecha del cumpleaños de Marissa. 

Es un libro agradable y ameno, ideal para leer junto al sonido de las olas y del ambiente festivo de la playa.