"El viejo pescador", Pablo Ruiz Picasso |
En una esquina del café sonoro de murmullos confusos
un anciano sentado se inclina sobre la mesa,
leyendo un periódico, sin compañía.
Y en el ocaso de su miserable senectud
piensa cuán poco gozó en los años)
cuando tuvo la fuerza y el verbo y la belleza.
Sabe que está muy viejo, y lo siente, y lo ve.
Y, sin embargo, le parece que la juventud
fue ayer. ¡Corto intervalo, corto!
Y piensa en qué forma lo embaucó la prudencia,
cómo de ella se fió y qué locura
cuando la engañadora le decía: «Mañana.
Tienes todo tu tiempo».
Se acuerda de los impulsos que detuvo y cuántas
delicias sacrificó. Ocasiones perdidas
que burla ahora su prudencia insensata.
...A fuerza de rumiar pensamientos y recuerdos
el vértigo lo invade. Y se duerme
inclinado sobre la mesa del café.
Tremendo, siempre, Kavafis.
ResponderEliminarUn abrazo
Exacto!
EliminarAbrazo!
Maravilloso cada verso, por cómo compone el poema y por la profundidad de lo que dice. Uno de mis poetas favoritos. Ítaca, mi poema favorito, de referencia obligada.
ResponderEliminarUn abrazo!!
También es de mis preferidos.
EliminarAbrazo!