sábado, 14 de septiembre de 2013

Ocho

Cumplimos los ocho meses con un regusto amargo: mi vida laboral nos obliga a separarnos y te empuja a vivir nuevas experiencias en la escuela infantil. No ha podido alargarse más nuestra "luna de miel": han llegado la hipoteca, las facturas y, en definitiva, el peso de la realidad. Quisiera gritar que aún eres pequeño para quedarte solo con desconocidos, que aún no has comprendido que mamá pueda estar lejos de ti, que no estoy preparada para la separación, pero sería inútil.
Así que intento no pensarlo y disfruto de las horas que pasamos juntos: te hago cosquillas y me regalas esas carcajadas que me derriten, te observo orgullosa mientras gateas y te pones de pie, escucho tus primeros "papás" y me entristezco pensando que tal vez no sea la primera en escuchar los esperados "mamás"...
Pero no quiero sufrir. No somos los primeros ni, desafortunadamente, los últimos que pasamos por esto. Nos acostumbraremos; aprenderemos a acostumbrarnos.  

11 comentarios:

  1. Es un momento duro, pero no para ellos, sino para nosotros. Dejé al mayor con tres meses y al peque con cuatro en la guarde. Sé cómo te sientes.

    Besos.

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  2. Sé muy bien de lo que hablas y te puedo asegurar que no pasa nada, así que tranquila que tu hijo estará perfectamente bien.

    Un abrazo

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  3. Es un momento duro, pero necesario. Disfrutarás más cuando estéis juntos. Y aprendera con sus iguales.

    Besos!

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  4. Se me había pasado esta entrada, como todavía estoy en la playa tengo los blogs un poco abandonados.
    El tiempo pasa mas rápido de lo que te imaginas, sabora cada minuto porque son irrecuperables.

    Cómo lo estáis llevando?
    Un abrazo.

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  5. ¡Qué hermosa ternura! Comprendo lo que significa para una madre esa separación, pero los niños no lo padecen del mismo modo. En cuanto se encuentran entre iguales, aprende a vivir y convivir de otra manera. Ahora bien, si yo tuviera la oportunidad de ser de nuevo bebé, me pediría los mimos de mi madre las 24 horas por días sin término. ¡Cómo te comprendo!
    Besos tiernos.

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  6. El tiempo pasa y no hay forma de detenerlo y nos obliga a adaptarnos.
    Disfruta cada instante
    Besos

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  7. La vida ha cambiado mucho de cuando yo tuve a mis hijos que se quedaban en casa hasta los tres años. Ahora las cosas son distintas y quiero pensar que para mejor, pero no estoy muy seguro. Hay que adaptarse a los momentos actuales, a pesar de que la adaptación sea dura. Un abrazo desde mi mejana

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  8. No te traumatices. Yo hace ya mucho viví ese momento con mis hijos y estoy convencida de que estuvieron en buenas manos y el tiempo con los papas fue bien aprovechado. Es cuestión de calidad, no de cantidad...ellos comprenden y valoran que trabajemos y cuando son mayores nos admiran.
    Besicos.

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  9. La maternidad lleva consigo entrega y felicidad. El sacrificio hacia los demás nos hace más fuertes, máxime, tratándose de la criatura encantadora que te besa y abraza.

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  10. Muchas gracias a todos por vuestros ánimos. Es un momento por el que hay que pasar, no queda otra. Los dos vamos asumiéndolo día a día.

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