
Sublime, sencillamente sublime. Reconozco que las historias carcelarias no son mis preferidas, pero ésta me enganchó desde el primer minuto. Luis Tosar, magnífico y Alberto Ammann, una buena revelación.
Juan Oliver es un nuevo funcionario de prisiones que se presenta en el trabajo un día antes de empezar para conocer las instalaciones. Una serie de circunstancias hacen que quede atrapado en medio de un motín y, para sobrevivir, nada mejor que hacerse pasar por un preso más...
Y ahí me quedo, que no quiero desvelar nada más por si no la habéis visto.